Viendo el esplendor indiscutible del Hotel Casa Blanca, y conociendo su historia, es una pena que haya quedado en manos de un individuo como Zaldívar, el que lo compró a Grupo Dubin. Este hotel es un ícono de Acapulco, y amerita intervención del Estado o del Municipio para su restauración y reactivación.
El abandono en que se encuentra en general, el llamado "Acapulco Tradicional", se agrava con el absurdo que implica el haber puesto los tribunales civiles, nada menos que en Caleta! mezclando en un desorden lamentable, una instalación judicial con un área turística. Y lo mismo sucede con el viejo Frontón Jai alai de Caletilla.
|